Los "deadlines" son fascinantes (creo que así se escribe). Uno sueña con ellos, luego se pone a trabajar, despues queda uno estresado, seguido de la preocupación de si se terminará a tiempo o no, luego uno pierde la noción de tiempo-espacio-visión y el estómago. Al final, el día del "due to" uno espera hasta el último minuto para checar que todo se haya enviado correctamente.... and stress over!
Lo más intrigante es, cómo es posible que uno pueda ignorar tales sentimientos cuando decide escribir otro artículo de nuevo.... mmm... un misterio de vida
jejejeje
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